jueves, 22 de diciembre de 2011

Me invitaste al infinito y yo dije que sí.

Llegaste sin ser invitado
y llegaste para quedarte,
para hacerte un nido en mi corazón
y habitar en mi mente,
haciendo que cada día te quiera más y más
y que quiera agarrar tu mano para irnos al infinito caminando.
Llegaste para invitarme al amor,
para abrazar mis buenas noches y besar mis buenos días,
para alivianar mis malos ratos y cambiar la suerte de los peores.
Te robas mis suspiros y protagonizas mis ideas,
te haz vuelto el papel principal de mis ilusiones
y el arquitecto de mis sueños.
Se han vuelto tus ojos mi tranquilidad,
tus manos mi rutina
y tus besos mi placer.
Llegaste para que te quiera.
Llegaste para que me quede a tu lado.